POESIA DEL MIEDO
EL MIEDO DEL HOMBRE
Yo soy un hombre que sonríe y llora,
un hombre que ama y odia.
Soy valiente al mismo tiempo cobarde,
es como ser y no ser.
Soy como una triste figura literaria
tengo miedo a que nadie me quiera,
miedo a que mi alma no sea pura.
Tengo miedo a que nadie entienda mis versos
y los olvide como una servilleta de mesa.
Tengo miedo de quedarme solo, a que
mis hijos no tengan mi apoyo,
cuando estén necesitados.
Miedo de entregarte mis fuerzas.
Tengo miedo de ser quien no quiero ser.
MARIANO NKOGO
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Yo soy un hombre que sonríe y llora,
un hombre que ama y odia.
Soy valiente al mismo tiempo cobarde,
es como ser y no ser.
Soy como una triste figura literaria
tengo miedo a que nadie me quiera,
miedo a que mi alma no sea pura.
Tengo miedo a que nadie entienda mis versos
y los olvide como una servilleta de mesa.
Tengo miedo de quedarme solo, a que
mis hijos no tengan mi apoyo,
cuando estén necesitados.
Miedo de entregarte mis fuerzas.
Tengo miedo de ser quien no quiero ser.
MARIANO NKOGO
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CUENTO DE MIEDO
Reyes se llamaba una niña que vivía en el campo con sus abuelos. Era una niña de 10 años, pelirroja con ojos azules, muy alegre, pero tenia mucho miedo a la oscuridad.
Se pasaba todo el día cantando, recogiendo flores y persiguiendo mariposas. Sus abuelos tenían un cuarto en el último piso donde guardaban todas las cosas de valor que tenían en la casa. Le dijeron que no debería subir por nada del mundo. Y además como siempre estaba oscuro no se atrevía ni si quiera a acercarse a la puerta.
Una noche de tormenta cuando su abuelo se dirigía a los establos a asegurarse de que las puertas y las ventanas estaban bien cerradas, saliendo del establo, se fue la luz. Tropezó y se torció el tobillo corrieron ayudarle y le llevaron a la casa. Reyes estaba muy asustada y no se quería separar de sus abuelos. Se dieron cuenta de que no tenían velas pero su abuelo se acordó de que tenía una linterna en el cuarto oscuro y le dijo a su nieta que fuera por la linterna. La niña, aunque estaba muy asustada venció su miedo al ver a su abuelo tan mal. Subió muy despacio cogió la linterna y bajo corriendo. Y nunca más le tuvo miedo a la oscuridad.
CLEMENTINA AGÜEN
Reyes se llamaba una niña que vivía en el campo con sus abuelos. Era una niña de 10 años, pelirroja con ojos azules, muy alegre, pero tenia mucho miedo a la oscuridad.
Se pasaba todo el día cantando, recogiendo flores y persiguiendo mariposas. Sus abuelos tenían un cuarto en el último piso donde guardaban todas las cosas de valor que tenían en la casa. Le dijeron que no debería subir por nada del mundo. Y además como siempre estaba oscuro no se atrevía ni si quiera a acercarse a la puerta.
Una noche de tormenta cuando su abuelo se dirigía a los establos a asegurarse de que las puertas y las ventanas estaban bien cerradas, saliendo del establo, se fue la luz. Tropezó y se torció el tobillo corrieron ayudarle y le llevaron a la casa. Reyes estaba muy asustada y no se quería separar de sus abuelos. Se dieron cuenta de que no tenían velas pero su abuelo se acordó de que tenía una linterna en el cuarto oscuro y le dijo a su nieta que fuera por la linterna. La niña, aunque estaba muy asustada venció su miedo al ver a su abuelo tan mal. Subió muy despacio cogió la linterna y bajo corriendo. Y nunca más le tuvo miedo a la oscuridad.
CLEMENTINA AGÜEN
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